Home Catechetical Corner Celebremos que ‘Cristo resucitó de veras’

Celebremos que ‘Cristo resucitó de veras’

601
Bishop Koenig spinkles the congregation with holy water during the Easter Vigil Mass at the Cathedral of St. Peter Church, Saturday, April 16, 2022. Dialog photo/Don Blake

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

En el primer domingo de cuaresma, el libro de Génesis recuenta como Adán y Eva se apartaron de Dios y perdieron el paraíso. Entre el primer domingo de cuaresma y hoy, nosotros escuchamos las historias de las promesas hechas por Dios a Abraham que el seria el padre de una nación, de Moisés guiando a los Israelitas por el desierto a medida que avanzaban de la esclavitud en Egipto hasta la tierra prometida y Samuel ungiendo a David como el escogido de Dios. Estas historias apuntan de como Dios, después de la caída de Adán y Eva, no se dio por vencido sobre nosotros, pero preparado para cuando, en la plenitud de los tiempos, el Hijo del Hombre tomara nuestra carne y en un acto de perfecto amor y obediencia, se ofrezca el mismo en la cruz y resucite de los muertos a una nueva vida. En las palabras del papa Francisco: “«Cristo, mi esperanza, ha resucitado». Y en Él también nosotros hemos resucitado, pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor.” (Abril 22, 2019). La nueva vida de Cristo, ahora se nos ofrece a nosotros, esta es la razón de nuestra alegría pascual.

A medida que nos reunimos en las iglesias a través de nuestra diócesis en el domingo de pascua, una alabanza especial, antes del evangelio, será dada al Cordero Pascual, al Cristo Resucitado, quien se ofreció a Si mismo en la cruz. Son las palabras de pascua de secuencia del siglo undécimo que incluyen lo siguiente:

¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Vengan a Galilea, allí el Señor aguarda.
Primicia de los muertos, sabemos
por tu gracia que estás resucitado;
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana
y da a tus fieles parte en tu victoria santa.
Amen. Aleluya.

Celebremos que “Cristo resucitó de veras.” Y que siempre estemos consolidados en seguir a Cristo no tanto a Galilea, pero si en una nueva vida del Cristo resucitado que se nos da a nosotros a través del bautismo, en la muerte y resurrección de nuestro Señor. Unámonos a San Pablo en proclamar, como él proclamo a los Gálatas: “Ya no vivo yo, sino que en mi vive Cristo”.

Felices y Benditas Pascuas. ¡Cristo, nuestra esperanza, ha resucitado! Amen. Aleluya.

 

Fielmente suyos en Cristo

Monseñor William E. Koenig, D.D.
Obispo de Wilmington